La etimología es importante,nos ayuda a entender las palabras que usamos
Por ejemplo si combinamos las palabras griegas akron (extremidades) con mega (grande) se obtiene la precisa denominación de una de las enfermedades más extrañas de los seres humanos.
Y la más visible también, porque los afectados de “acromegalia” no pueden pasar desapercibidos, de ahí su presencia en la música y la literatura .
La acromegalia es una enfermedad rara en la que se produce excesiva cantidad de hormona del crecimiento, en donde el paciente presenta: manos y pies más grandes y anchos, rasgos faciales prominentes, cefalea y disminución de los campos visuales por compresión de los nervios ópticos, entre otros.
De 300 a 400 casos de acromegalia (gigantismo) se registran en México al año. La principal causa de esta enfermedad, que afecta por igual a mujeres que a hombres, pero en mayor medida a adultos, es la aparición de un tumor hipofisiario que secreta un exceso de hormona de crecimiento, aunque también puede darse a nivel de páncreas, de pulmones o intestinal.
Sus principales manifestaciones son, en los niños, gigantismo (además de ser muy altos, desarrollan un promedio mayor de masa muscular), y en los adultos, crecimiento de manos, pies, maxilar inferior y lengua, y enronquecimiento de la voz, señalan especialistas.
Los niños afectados crecen a tallas inesperadas, ya que sus discos de crecimiento están abiertos; son mucho más altos que el rango promedio de talla familiar, y secundariamente corren el riesgo de tener problemas cardiacos (la principal causa que condiciona al fallecimiento en los casos de acromegalia), diabetes, mal estado de ánimo, y problemas psicológicos y escolares.
Aunque aún se desconocen las causas por las que se forma el tumor, la explicación es que hay un desajuste de las hormonas a nivel celular, en el cual las células anómalas rebasan a las normales y comienza el sobrecrecimiento . La enfermedad no es hereditaria ni congénita, y por lo consiguiente no se puede prevenir.
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Personajes históricos con Acromegalia
Maximino I, emperador romano
Gaius Julius Verus Maximinus fue un emperador romano del siglo iii. Era natural de una remota aldea de Tracia y en su niñez fue pastor, pero pronto fue reclutado para el ejército debido a su tamaño y fuerza. Tras una meteórica carrera militar, en la que alcanzó el mando de legiones y provincias, fue proclamado emperador por sus soldados, que asesinaron a su antecesor, Alejandro Severo5. Su reinado duró 3 años, y finalmente fue asesinado por sus propios soldados; se inauguró así una época de anarquía que no terminó hasta la subida al trono del emperador Diocleciano.
El tamaño del emperador Maximino era legendario. Según la Historia Augusta medía unos 239cm, bebía gran cantidad de líquido y su sudoración era excesiva; su imagen en denarios acuñados durante su reinado muestran un importante prognatismo y crecimiento del arco supraciliar; también esculturas suyas muestran crecimiento acro. Estas características (talla alta, muy superior a la de sus contemporáneos, cambios acros, hipersudoración, y polidipsia en posible relación con diabetes mellitus) han llevado a plantear que el emperador Maximino I fuera un gigante acromegálico
Con un poco de mezcla entre leyenda y lo que se ha podido encontrar en las excavaciones del antiguo Egipto, el faraón que más se menciona como exponente de acromegalia o gigantismo es Akhenaton I, conocido también como Neferjeperura Amenhotep, Ajenatón, Amenhotep IV o Amenofis IV, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado fue durante el periodo de 1353-1336 a. C. y perteneció al periodo denominado Nuevo Egipto. Akhenatón, que empezó su reinado como Amenophis IV, fue un importante faraón egipcio de la decimoctava dinastía. Reinó tan solo 17 años, entre el 1365 y el 1348 a. C. Akhenatón impuso radicales cambios en Egipto: estableció una nueva capital y, sobre todo, fundó una nueva religión de tipo monoteísta, con una deidad llamada Atón, que rompía radicalmente con el politeísmo previo. A pesar de que Akhenaton tuvo descendencia, todos los libros que hablan sobre acromegalia y gigantismo lo incluyen como un posible caso debido a que las imágenes encontradas sobre él, siempre mostraban una estatura mayor a la de sus congéneres y había desproporción entre su mentón, el tamaño de sus manos y sus pies.
Medía 1,93 y fue uno de los más grandes escritores argentinos y latinoamericanos de todos los tiempos. Sus libros, que transportaban al lector a una fantasía distinta a las conocidas hasta entonces, generaron ejércitos de seguidores en todo el mundo.
Padecía acromegalia, una enfermedad endocrina caracterizada por un exceso de secreción de la hormona de crecimiento o GH que ocasiona el llamado gigantismo o hipercrecimiento. La enfermedad provoca, generalmente, el aumento paulatino del tamaño de manos y pies; con un cambio progresivo en los rasgos faciales, una nariz ensanchada, labios gruesos y una mandíbula mayor de lo normal. Julio Cortázar sufría esa extraña enfermedad de nombre casi tan curioso como algunas de sus criaturas literarias. Vivió 69 años y nos supieron a poco .
Conoce el testimonio de Richard sobre su Acromegalia
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