El objeto de la inclusión es dar a todos los niños la oportunidad de educarse en un ambiente en el que las diferencias individuales se toman en cuenta, se valoran y respetan.
Esta concepción promueve que todos los niños sean aceptados y reconocidos como personas únicas y singulares para que desarrollen al máximo sus capacidades, más allá de las etiquetas y estigmas que destacan sólo sus limitaciones o sus discapacidades.
El tipo de convivencia que promueven los programas inclusivos responde a los derechos de todos los niños y los forma dentro de un ambiente en el que pueden desarrollar:
a) Su presencia y participación activa;
b) Su sentido de pertenencia;
c) La construcción de su propia identidad.
Estos elementos son la base de una personalidad social sana.
Del libro “Todos significa todos” de Alicia Molina Editado por Alas y Raíces
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